Todos
sabemos que perder un empleo trae consigo una gran carga psicológica.
Estas son algunas de las emociones que más se repiten y como deben
hacer, para poder gestionarlas, en un primer momento. Un despido, lo
sabemos todos, trae consigo una serie de emociones, que son
negativas, sobre todo, si no lo esperábamos. Y, es que tener un
empleo, representa lo siguiente:
-Nos
hemos asegurado que vamos a tener nuestras necesidades básicas
cubiertas.
-Tendremos
reforzada la expectativa de que podemos valernos por nosotros mismos.
-Es
una importante fuente de reconocimiento y de estatus, dentro de
nuestra sociedad.
Por
esta razón, un despido de trabajo es visto como una de las
situaciones, con más estrés, de la vida de una personas y va a
poder provocar angustia, deterioro de la autoestima... Las personas
que no tienen trabajo suelen pasar por varias etapas, a lo largo de
su estado de ánimo:
-Una
infravaloración del trabajo que hemos realizado antes (“aquel
trabajo, en realidad, no me gustaba”)
-Búsqueda
“compulsiva” (“cada día envío mi currículum a todas las
ofertas que encuentro”).
-Un
gran desánimo, ante la ideal del fracaso (“¿para que voy a enviar
mi CV a ese puesto si me va a ir mal?”).
Foto:
fuente
No hay comentarios:
Publicar un comentario