sábado, 18 de febrero de 2012

Los nuevos contratos, ¿Realmente valen la pena? (II)


Otra de las reformas que se están sopesando es hacer más barato el despido y extender la modalidad, que busca fomentar la contratación indefinida, que se caracteriza por tener 12 días menos de compensación, por cada año que se ha trabajado, o sea, 33 días. Con esta idea se busca la promoción del empleo fijo, entre aquellas personas que están en situación de paro. Así, según las personas que apoyan este cambio, los empresarios se van a animar a contratar a un mayor número de personas, ya que van a tener una mayor flexibilidad, en el momento de despedir a sus empleados, si tuviera que hacerlo. Eso sí, para poder firmar este tipo de contrato, hay que cumplir una serie de condiciones, no sólo estar desempleado y estar inscrito en alguna de las oficinas del INEM, pero, también, tendrá que formar parte de alguno de estos grupos: discapacitados, jóvenes entre 16 y 30 años y mayores de 45 años; mujeres que se incorporen al mundo laboral, dentro de los dos años posteriores a la fecha de parto o de adopción o si llevan cinco años en situación de inactividad; mujeres víctimas de la violencia de género; los desempleados de edades comprendidas entre los 31 y 44 años, que lleven un mes inscritos, de forma ininterrumpida, como demandante de empleo; desempleados que lleven dos años sin trabajar -o que lo hayan hecho de manera temporal en una misma o distinta empresa-; desempleados de edades comprendidas entre los 31 y los 44 años, que en los últimos dos años hayan tenido, como mucho, un contrato indefinido a una empresa distinta, a través de un despido, que sea individual o colectivo.
Foto: fuente

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